Un libro, Cantar cuarenta, y un disco, Desiertos, demuestran quién es Gabriel Sopeña (Zaragoza, 1962): un “artesano” genial de nuestras letras y nuestra música. Y para 2025, las canciones inéditas escritas junto a Mauricio Aznar.

21.07.2024

Daniel Hidalgo                    Diario EL ESPAÑOL- El Cultural- Esto es lo último    12-7-2024  

¿Qué libro tiene entre manos? Ando entusiasmado con esta Edad de Oro de las letras aragonesas. He terminado Cover, de Nacho Escuín (Bala perdida), Motel Pandora, de Octavio Gómez Milián (Prensas de la Universidad de Zaragoza); y estoy con Los alemanes, de Sergio del Molino (Alfaguara).

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro? La vulgaridad, sea en el estilo, sea en el argumento.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café? Tomaría un mate con el Papa Francisco.

¿Recuerda el primer libro que leyó? Robinson Crusoe, de Daniel Defoe. Fue como un veneno que me impulsó a leer y aprender. 

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura? Me da igual el soporte (mejor analógico), la hora (mejor de día) o el estilo (mejor ensayo y poesía).

¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo? La llegada del ser humano a la Luna. El concepto de reflexión, de héroe... todo sufrió un cambio radical.

¿Después de publicar Cantar cuarenta (Pregunta ediciones) qué valoración hace de su trayectoria como autor? Me considero un trabajador, un artesano amante del oficio, consciente de mi compromiso ético y orgulloso de mis maestros predecesores. También ha lanzado nuevo disco, Desiertos, donde ha rescatado La balada del matrero, pieza que compuso junto al añorado Mauricio Aznar.

¿Qué significó el líder de Más Birras para la historia del rock español? No he admirado nunca a nadie como a Mauricio. De haber nacido en Francia, Irlanda o Grecia, sería un icono nacional.

¿Calificaría su vida y su obra de leyenda tras la película de Javier Macipe, La estrella azul? No lo sé... Compartí con él absolutamente todo. Lo que sí lleva camino de ser una leyenda es La estrella azul. Una obra maravillosa de arte mayor. Gran cine. Otro himno del tándem Aznar-Sopeña es Apuesta por el rock and roll.

¿Le ha merecido la pena esta apuesta? Claro. Creo que esa canción define una posición de dilema que ha traspasado dos generaciones. Loquillo, Bunbury, Labordeta, Jackson Brown...

¿Se considera un Rey Midas de la música? Hace algunos años, un periodista me comparó con una especie de Gram Parsons a la española. ¡Ya me gustaría a mí!

¿Hablaría de una "movida zaragozana"? Hablaría de una impresionante eclosión de talento, una espectacular promiscuidad artística, un dinamismo asombroso en todos los sectores de la cultura. Elija una canción que resuma la esencia de su carrera. Sería fácil insistir en Apuesta, por tener dimensión planetaria y centenares de versiones; pero le voy a decir la que da título al último disco: Desiertos.

¿Qué tipo de música escucha y en qué soporte? Escucho de todo. Las plataformas digitales son de una extraordinaria comodidad. Pero no hay nada que se acerque al placer del ritual del vinilo o del CD. Nada.

¿Le importa la crítica, le sirve para algo? Si es fundamentada, sí. Si la realiza alguien que confunde una corchea con un portazo, no.

¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Memoria vivida, una espléndida retrospectiva sobre la fotógrafa Pilar Aymerich en la Lonja de Zaragoza.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa? Me encantaría tener una escultura de Sandra Gamarra y otra de Lorenzo Quinn aunque me deleito igual en los museos y las exposiciones. Créame.

¿Le gusta España? Denos sus razones. Es incomparable, un lujo, con todos los peros que se le quieran poner; pero como proyecto social en permanente construcción resulta un verdadero modelo a imitar.

¿Qué medida urgente tomaría para el sector cultural? Considero imprescindible un pacto de Estado integral, cueste lo que cueste, que dote de verdadera fortaleza intelectual a nuestros jóvenes.